Identidad propia e historia

Gerardo Ortega

Gerardo Ortega Rodríguez lleva tres décadas como representante de la ganadería. Tiempo más que suficiente para dotarla de un sello propio. Tres décadas desde que asumió el relevo familiar y comenzó a tomar decisiones propias en “Los Llanos”.

Toros Domecq

En la finca onubense no quedan vestigios de aquel toro “marquesón”, grande y ofensivo que defendía su padre, don José. Aquí ahora se impone la armonía en las hechuras y la calidad en las ideas de unos animales por cuyas venas fluye la mejor sangre domecq. Gerardo ha dotado a su divisa de unas hechuras, una identidad y un comportamiento que se reconocen al instante.

Ideales…

Gerardo Ortega ha combinado las mejores virtudes de Domecq en defensa de unos ideales que se resumen en argumentos como los siguientes:

“El toro sin bravura no puede tirar para adelante, es el fondo del todo y su mayor virtud. Y la única manera de que el toro sea bravo es que su familia sea muy brava. Selecciono cada día para conseguirlo. Mi ganadería no es Juan Pedro, ni Algarra, ni Guateles, mi ganadería es Gerardo Ortega”

…y valores

“Quiero pasar por este mundo fiel a los valores que me han inculcado, mantener una casa y ser un buen relevo. Eso es lo que más me llena, que cuando me llegue la hora pueda echar la vista atrás y pensar que he hecho las cosas bien y he sorteado las piedras que surgieron en el camino”

“La obligación del ganadero es que el toro embista para que propicie un espectáculo. Para ello, es mucho más fácil que lo consiga un toro bien hecho que otro que no lo sea”

Gerardo Ortega Rodríguez lleva tres décadas como representante de la ganadería. Tiempo más que suficiente para dotarla de un sello propio. Tres décadas desde que asumió el relevo familiar y comenzó a tomar decisiones propias en “Los Llanos”.

Historia

Por división en 1937 de la ganadería de don Juan Pedro Domecq Núñez de Villavicencio, antes Veragua, el lote correspondiente a don Salvador Domecq Díez lo adquirió en 1938 don José Enrique Calderón Serrano, y a su muerte, el lote correspondiente a doña Carmen Calderón Alcalde fue adquirido por don Gerardo Ortega Sánchez, en 1949.

En 1963 adquirió del señor Marqués de Domecq un lote de hembras importante y dos sementales. En 1973 cedió la ganadería a sus hijos don José y don Francisco, quedando este último como único propietario en 1984 y cedido en 1985 a su hermano José. La ganadería se compone con vacas y sementales de la del Marqués de Domecq y un lote de vacas de la de don Juan Pedro Domecq y de don Luis Algarra Polera. En 1994 adquieren tres sementales de la ganadería de Los Guateles.

En 1999 se elimina la sangre “Ganadería Marqués de Domecq”, manteniendo pura la procedencia don Juan Pedro Domecq y Díez a través de las tres divisas mencionadas.

Desde el año 2000, la ganadería es propiedad de Gerardo Ortega Rodríguez, tercera generación de la familia.